Воскресенье 11 Мар 2012, 10:56
Como dice el título, esto no es una crónica, sino una anécdota alrededor del Festival 72810.
No me entusiasmaba demasiado el festival. Sí, está bien traer bandas importantes a provincia, sí, está bien descentralizar el país en cualquier sentido. Pero de eso a que traigan un festival literalmente a las puertas de tu casa (vivo a una cuadra de donde fue el concierto)… No, no lo apoyo. Además, en la cancha de beisbol, donde estuvo montado el escenario de 8 y Miedo, hay mucha inversión de los jugadores para mantener el campo en buen estado; y ya va, en menos de medio año, que le montan este festival y una plaza de toros improvisada.
Bueno, el caso es que hacia las 22:30 hrs. salí a pasear a mis perros y a comprar una tarjeta de celular al Oxxo de la vía. Decidí regresar a San Andrés vía la pirámide y pasar al puesto de pulque que se pone en la esquina del sanatorio los fines de semana. Allí estaba, escuchando a Peter Murphy a lo lejos, cuando salieron unos amigos del concierto para checar qué tal se veía desde la pirámide. Al final terminaron echando un pulquito también, y me preguntaron si no quería pasar al concierto, puesto que allí, donde estábamos, ya era "estar adentro". Pues bien, dejé a los perros en casa y volví corriendo. Casualmente pasó Felix da Housecat a nuestro lado: una persona divertidísima con quien estuvimos cotorreando un par de minutos y a quien incluso dimos a probar de nuestro pulque – que le pareció maravilloso. Después entramos al concierto, como Pedro por su casa. Tanto por el tema seguridad.
Estuve por todo el set de Modest Mouse. Me sorprendió ver bastante menos gente de la que esperaba, lo cual, desde el punto de vista del espectador, no es forzosamente malo. También me gustó que el volumen no estaba exageradamente alto, que creo que es un hecho inédito en conciertos a los que he ido. Por otro lado, se le notaba a Isaac Brock la falta de aclimatación a la altura. Esto influyó en su modo de cantar al grado de comentarlo él mismo. Tal vez fue esto mismo por lo que decidieron no realizar un encore, que justificaron diciendo: "Hey, nos vamos, pero la buena noticia es que sigue Public Enemy." Para entonces, el público ya estaba empezando a emigrar al siguiente escenario.
Quedarme más tiempo me parecía un abuso de coladez, así que oí el resto del concierto desde casa, donde Chuck D arrulló mis sueños.